Dos de los bares que se abrieron en los locales del río han cerrado sus puertas debido a las molestias que les causan los jóvenes que acuden al botellón y no abrirán hasta que las aglomeraciones no desaparezcan de sus terrazas. Estos locales permanecen cerrados desde el primer fin de semana de diciembre.

Carlos Cayuela, socio de dos de los bares abiertos en la zona, contó ayer que han decidido cerrar porque ellos entienden que la zona permitida para hacer botellón abarca desde el puente de Palmas hasta el de la Autonomía, pero los jóvenes también se colocan ante sus bares, que se encuentran en la parte izquierda del puente de Palmas. Cayuela asegura que la policía local no le ha hecho caso cuando se ha quejado de que el botellón se instala delante de sus locales y hay jóvenes que se emborrachan, se empeñan en utilizar sus aseos o generan conflictos con los porteros. Cayuela decidió poner una denuncia, cerró los locales delante de los agentes y no ha vuelto a abrirlos.

EL PERIODICO pudo comprobar, la madrugada del sábado que, la policía ha instalado en el lugar vallas para delimitar la zona del botellón de la destinada a las terrazas de los bares, pero el citado empresario afirmaba ayer que desconocía esta medida.