A mediados de noviembre del 2007 la empresa Zojadab echaba el cerrojo a los Multicines Puente Real, que se abrieron en abril de 1998 mediante una concesión municipal por 50 años. Han pasado cinco meses y el edificio sigue abandonado, a excepción de dos negocios de restauración que tienen fachada hacia el paseo Fluvial y que sobreviven allí en espera de que Zojadab llegue a un acuerdo con el ayuntamiento para la rescisión de la concesión y, luego, la administración local consiga que otra empresa se haga cargo para reanudar la actividad.

Las semanas pasan y el estado de deterioro es cada día más evidente: hay placas de cristal de las fachadas rotas, muchas de ellas apedreadas y el interior ofrece un aspecto desolador pues los locales cerrados estaban nuevos y ahora ya se encuentran deteriorados. De esta situación se quejan los dos empresarios que mantienen allí sus locales abiertos (La Pulpería de María y Bella Italia), que además lamentan que en este tiempo nadie les haya informado de la negociación ni de las perspectivas.

DESINFECCION Ellos se ocupan de atender sus negocios y de mantener y limpiar los espacios comunes que comparten, como los servicios del interior, pero el resto está abandonado. Según Marcos Gómez, dueño de La Pulpería de María, hay cucarachas y hasta ratas, aunque en su local no entran porque ha tenido que intensificar su programa de desinfección. Denuncian además la sensación de inseguridad, que les hace temer que cualquier día entren vándalos y les causen destrozos, porque ya incluso han dejado abierta la puerta principal desde dentro. El restaurante italiano fue apedreado hace dos fines de semana.

Marcos Gómez se queja amargamente porque su negocio va a menos. Aunque la pulpería tiene su clientela, buena parte eran familias de localidades del entorno y de Portugal, que traían a los niños al cine y los padres se quedaban cenando en su establecimiento. Toda esa gente acude ahora de forma ocasional, no habitualmente como antes.

La situación, según Marcos Gómez, es "preocupante, vamos manteniéndonos, pero con un 30% menos de ventas". Lamenta que, aunque el ayuntamiento y la empresa concesionaria saben que estos locales siguen abiertos, pues pagan religiosamente su alquiler mensual a Zojadab, nadie les informe de cómo va la negociación y qué planes hay, "aunque sean a largo plazo". Al hilo de este tema, cuestiona que tenga que seguir pagando un alquiler tan elevado (unos 1.500 euros) que se estableció acorde con el funcionamiento de los cines "El problema es que nadie nos dice nada y nosotros no sabemos si vamos a poder seguir mucho tiempo así", señala.

Reinaldo Marceca, del Bella Italia, es menos pesimista en cuanto a la afluencia de comensales y dice que no les ha perjudicado mucho el cierre de los cines porque antes estaban en Sinforiano Madroñero y mantienen su clientela. Pero sí le preocupa la inseguridad, porque cuando se van son ellos los que cierran el centro. Marceca urge que las instalaciones se reabran, "si no es con la misma actividad, con otra".

El concejal de Patrimonio, Jesús Villalba, se limita a decir que siguen negociando con la concesionaria y que los técnicos municipales están estudiando qué supone la renuncia a la concesión. Ya ha habido cuatro empresas interesadas en reanudar la actividad del centro.