Lo ocurrido en el parque de La Viña el 4 de junio ha trastocado la rutina de quienes viven en La Uva y su entorno. El suceso ha afectado «mucho» a sus compañeros de colegio y a los vecinos, por eso el colegio Nuestra Señora de Fátima, donde estudian el menor herido y sus hermanos, consideró necesario que se mostrara el apoyo a la familia, se demostrara a Anael que «lo echan mucho de menos» y que fueran los niños «los que dijeran qué es lo que pasa en su barrio», según explicó Quinti Méndez, directora del centro. «Queríamos que fuesen ellos los que reivindicaran su derecho a jugar en un sitio seguro, que utilizaran su voz para hacerse oír», pues hasta ahora han sido los adultos los que han reclamado mejoras. Lo volvió a hacer ayer la presidenta de la Asociación de Vecinos de la Uva, Paqui Yáñez, quien reconoció el temor que existía a que pudiera ocurrir «una desgracia» y exigió que se traslade el transformador.