El consejero de Industria, Energía y Medio Ambiente, José Luis Navarro, inauguró ayer en el Ecoparque de Badajoz --hay seis en Extremadura-- la primera planta de biogás que se abre en la región, con una concesión a la empresa Hera Ener-G hasta el 2024, cuando el vertedero que recoge los residuos sólidos urbanos de Badajoz y toda su zona de influencia quedará casi completamente desgasificado, según explicó en compañía del gerente de la compañía, Luis Polo.

Allí anunció el consejero que dado lo positivo del estudio de viabilidad llevado a cabo en este caso --desde el año 2006--, por ser en Badajoz donde más cantidad de residuos hay, los estudios se ampliarán al resto de ecoparques de la región.

De momento, parece se estudia la viabilidad, y de concluir los informes en ese sentido, para construir otras plantas de biogás en Mérida y de Villanueva de la Serena, aunque el volumen de materia existente y de captación de gas no lleguen al de la instalación pacense, que comenzó a funcionar en días pasados.

La planta de biogás del ecoparque de Badajoz se comenzó a construir a principios de este año, una vez comprobada su viabilidad. Tiene una potencia de 800 kilovatios y una capacidad de producción de electricidad de 6,5 gigavatio al año, hasta el 2024. Dicha cantidad equivale al consumo energético de unas 1.800 viviendas, lo que supone evitar la emisión de 27.200 toneladas de CO2 a la atmósfera.

EL PROCESO El procedimiento consiste en captar el biogás que se produce en el proceso de descomposición de la materia orgánica en ausencia de aire --anaeróbica-- en el vertedero, mediante la perforación de 57 pozos coronados por una antorcha para quemar los residuos y un soplador para la extracción del gas.

El biogás está compuesto en más del 50% por metano, "el más perjudicial de todos los gases que provocan el efecto invernadero y el cambio climático; es mucho más perjudicial que el CO2. Por eso una normativa europea obliga a todos los estados de la unión a instalar sistemas que eliminen ese gas en los vertederos", explicó Navarro.

El sistema que se utiliza en los ecoparques de Extremadura es el de unas antorchas que queman ese metano, pero "cuando se alcanzan unos determinados volúmenes de residuos, se puede dar este paso que acabamos de dar en Badajoz, cuando se da esa masa mínima que hace rentable la generación de energía con ese gas".

De este modo, se consiguen "varias ventajas: se elimina el metano y, ahora, generamos energía eléctrica evitando que se genere por medios convencionales, que siempre tienen una parte de emisiones de CO2. Y una tercera, la explotación y actividad económica que revierte en la sociedad". La energía generada se traslada a la red eléctrica de Sevillana, lo que permite obtener beneficios con las primas establecidas por el Gobierno.

Para la conversión del biogás en energía, la planta cuenta con tres celdas --contenedores-- clausuradas que contienen 1.460.025 toneladas en total, y una cuarta en operación que sigue recibiendo residuos. También dispone de dos motogeneradores Pérkins de 400 kilovatios de potencia cada uno.

De estos motores también se aprovecha el calor generado, mediante un kits habilitado por la empresa, de forma que el calor se puede trasladar y utilizar en otros procesos que se llevan a cabo en el ecoparque. Navarro señaló que la sociedad se beneficia del proceso, además de por el cuidado del medio ambiente, por el canon anual que paga la empresa.

El consejero Navarro consideró que Badajoz y Extremadura, como sociedades desarrolladas, han tocado techo en cuanto a la generación de residuos y por tanto la tendencia no debería ser aumentar el volumen de residuos, sino reducirlos, lo que con la clasificación selectiva y el compostaje --que no va a vertedero, sino que se reutiliza--, "ojalá, hiciéramos que no estas plantas no fuesen necesarias", dijo.