El edificio que albergó durante más de 40 años el hospital de la Cruz Roja y posteriormente la clínica Los Naranjos está siendo demolido. La historia sanitaria de muchos pacenses y pacientes de la provincia se ha convertido en una montaña de escombros. La compañía Asisa echó el cierre a la clínica en agosto pasado por las pérdidas millonarias que arrastraba y, según la información que ha recabado este periódico, el nuevo propietario es la sociedad limitada Zittau Corporation, con domicilio en Madrid, vinculada al empresario pacense Rafael Alvarez Buiza, que figura como apoderado.

En esta manzana existió primero el dispensario de Cruz Roja, que se transformó en hospital, inaugurado el 16 de noviembre del 1940. Costó construirlo 300.000 pesetas (1.800 euros). En su época de mayor apogeo, cuando Julio Cienfuegos presidía la Cruz Roja y el director de hospital era José Luis Barneto Hernández, tenía 63 habitaciones, albergaba la escuela de enfermería (desde 1960) y de damas auxiliares, el cuartel de las tropas de socorro (en las traseras) y el garaje ambulatorio con dos coches, según Jesús López Santana, responsable de Comunicación.

La empresa Transnivel inició el pasado viernes la demolición del inmueble, que ocupa un solar de 900 metros cuadrados, y tardará un mes. Aunque todavía no existe una decisión definitiva sobre el destino, la idea que se baraja es construir un geriátrico, para lo cual no habría que cambiar el uso del suelo, para equipamiento sanitario. Los nuevos propietarios decidieron acometer ya la demolición porque el edificio presentaba grietas y existía riesgo de desprendimientos. Los promotores tienen tiempo de definir aún cuál será el destino del solar porque ahora se hará el estudio geotécnico y la excavación para el sótano.

En 1989 Cruz Roja vendió el inmueble a la compañía de asistencia sanitaria Asisa por 300 millones de pesetas (1,8 millones de euros), y tras una reforma ha funcionado como su centro asistencial para Badajoz y la provincia hasta febrero del año pasado. La clínica Los Naranjos tenía 49 camas y en los últimos años había generado pérdidas por valor de 6 millones de euros. Al parecer, el edificio ha sido vendido ahora por 9 millones de euros.