"San Atón ha sido arrasado". Con esta contundente frase describía ayer el concejal de Medio Ambiente, Antonio Avila, el estado en que han quedado las zonas verdes de la céntrica plaza tras los botellones que se han celebrado durante los carnavales. Aunque el ayuntamiento instaló vallas para proteger las plantas (que supusieron un gasto por encima de los 3.000 euros), éstas fueron retiradas e incluso dobladas y hubo jóvenes que entraron en los arriates, donde quedaban restos de vasos y de botellas, así como miccionaron allí sin pudor alguno.

Avila no tiene cuantificado el valor de los daños. De momento, lo que se aprecia a primera vista es que han roto uno de los brazos de una de las palmeras, que tenía tres troncos. Las flores que había han desaparecido así como los bulbos de tulipanes. Todavía no sabía si también ha sido dañado el sistema de riego por aspersión. En la rotonda de la escultura dedicada a Manuel Godoy entaron, donde ya no quedaban flores, pero habrá que airear la tierra, que está "contaminada".

Sin embargo, según constató el concejal, apenas ha habido daños en la plaza de Minayo, donde se han respetado más las plantas, pues solo han tenido que ser repuestas unas cuantas.