El diseño de las viviendas que se construirán en El Campillo evocará el arrabal árabe de la ciudad. Las casas se articularán alrededor de patios interiores comunes, tendrán cubiertas inclinadas y predominarán los paramentos muy verticales y revestimientos y acabados con materiales tradicionales (mortero de cal, teja árabe, forja típica...). De este modo, las nuevas edificaciones quedarán integradas en el entorno para convivir con monumentos tan singulares como la alcazaba o la torre de Espantaperros.

Los derribos ya han comenzado por la parte alta de El Campillo. El alcalde de Badajoz, Francisco Javier Fragoso, señaló ayer que la previsión es que las obras de urbanización de las dos manzanas que abarca la primera fase del proyecto estén adjudicadas en el último trimestre del año y a principios del 2014 se pueda adjudicar la construcción de las primeras 50 viviendas.

Las viviendas presentan tres tipologías: las que darán a la plaza de nueva construcción, con 92,16 metros útiles y cuatro dormitorios; las que se situarán junto al nuevo vial y la calle Jarilla, también con cuatro dormitorios y 94,45 metros cuadrados de superficie útil; y las que se articularán en el espacio central de los patios comunes, de 3 dormitorios y 89,05 metros cuadrados. Todas las viviendas contarán con sótano, donde se ubicarán el garaje y trastero, y dos terrazas, una a modo de mirador y otra abierta.

Fragoso destacó que los propios compradores tendrán la opción de adaptar a sus necesidades la distribución interior de las viviendas durante las obras. "Hay quien pueda querer un loft, otros tres dormitorios, quien prefiera tener un único dormitorio y un gran despacho... Desde la Inmobiliaria Municipal queremos estar muy abiertos a que la tipología de las viviendas cubra las necesidades reales de los ciudadanos que están dispuestos a dar el paso de venirse a vivir al Casco Antiguo", explicó. Asimismo, avanzó que, aunque serán casas de renta libre, la intención es que su precio esté por debajo del establecido para las viviendas de protección oficial.

La actuación global afecta a ocho manzanas catastrales, con 208 inmuebles entre la torre de Espantaperros y puerta Trinidad, donde se levantarán las 103 viviendas previstas en total. Además, se prevé una plaza y dos viales de nueva creación, así como un aparcamiento en superficie en el baluarte de San Pedro --con 120 plazas-- y la recuperación del paseo de ronda de la muralla, desviando el tráfico por una vía paralela. Asimismo, si los estudios arqueológicos lo permiten, se habilitará un estacionamiento excedentario para dara servicio a los vecinos y a los hoteles del centro.

La orografía de la zona ha complicado la redacción de los proyectos de urbanización y ejecución, que han elaborado técnicos del ayuntamiento, el ARI y la Inmobiliaria Municipal. Así, la diferencia de cota en la calle de nueva creación se ha resuelto con escalones. Esta vía irá desde la torre de Espantaperros hasta la futura plaza, que se configura en torno a un palmeral y en la que también habrá naranjos. Además, está previsto habilitar un espacio de hostelería que dé vida a la zona. El resto de las calles mantienen la configuración de casco antiguo: estrechas y eminentemente peatonales.

Fragoso, que ayer presentó el proyecto a la directora general de Arquitectura del Ministerio de Fomento, Pilar Martínez, en un acto al que asistieron el delegado del Gobierno en Extremadura, Germán López Iglesias, y el consejero de Fomento, Víctor del Moral, entre otros, subrayó que el proyecto de El Campillo es la actuación más importante de los últimos años en la ciudad y pone "la guinda" a la puesta en valor del Casco Antiguo. En este sentido, señaló que con esta actuación no solo se recupera el centro histórico desde el punto de vista patrimonial, sino que también se contribuye a la regeneración social, porque se hace para que sea habitado. A ello, el alcalde sumó otro efecto positivo: la creación de empleo que supondrá en un sector tan maltrecho por la crisis como es el de la construcción.

La inversión en el El Campillo ronda los 12 millones de euros, que cofinancian el ayuntamiento (6 millones), el Gobierno central (4,2) y la Junta de Extremadura (1,4). A esta cantidad se suman otros 1,5 millones de euros aportados por la Inmobiliaria Municipal para las expropiaciones y la redacción de los proyectos.

El alcalde resaltó que a través de la figura del Area de Renovación Urbana (ARU), la administración "tira del carro" para la regeneración patrimonial y social de una zona del Casco Antiguo muy degradada y confió que en el futuro la iniciativa privada se incorpore con nuevos proyectos. Si no fuera así, señaló que el ayuntamiento se planteará seguir actuando en una tercera fase sobre el entorno que ha quedado fuera de esta actuación.

Martínez y Del Moral, por su parte, coincidieron en que el proyecto responde a la nueva política en materia de vivienda, donde la rehabilitación y la sostenibilidad ganan peso.