Zumos de frutas, agua, miel, infusiones, café, potitos, galletas, chocolate, atún, tomate frito, alcachofas, garbanzos, macarrones, gel, lavavajillas, leche, huevos, congelados y un largo etcétera. Estos productos se ofrecen en las estanterías como en cualquier supermercado de barrio. Pero a diferencia de éstos, en el economato social que ha puesto en marcha la Asociación Pepe Reyes, vinculada a la Fundación Dolores Bas, el precio de estos artículos --de primeras marcas y la mitad extremeños-- puede llegar hasta la mitad. Sus clientes serán familias con problemas económicos derivadas por Cáritas y los servicios sociales, previa presentación de una acreditación. De momento, se podrán beneficiar medio centenar, pero todo es empezar.

Las instalaciones, ubicadas en la calle Manuel Godoy, junto al parque de San Fernando, fueron inauguradas ayer, aunque no abrirán sus puertas hasta la próxima semana, pues están pendientes de la resolución de la Agencia Tributaria que les permita vender sin repercutir el IVA. A la inauguración asistieron el consejero de Economía y Hacienda, Antonio Fernández, la subdelegada del Gobierno, Pilar Nogales, la concejala de Servicios Sociales, Rosario Gómez de la Peña, la diputada de Bienestar Social, Margarita Pérez, y el responsable del Economato Resurgir que funciona en Huelva, Manuel García, así como el sacerdote Manuel Fernández Rico, que bendijo el local y los buenos propósitos que alberga.

El presidente de la Asociación Pepe Reyes, Antonio Santos Durán, mencionó la "ilusión" con la que abre este economato social, el primero que se pone en marcha en la región. Señaló que los precios que ofrece de productos de alimentación y de limpieza son "simbólicos". Para el responsable del economato de Huelva, este proyecto permite "cambiar el concepto de limosna por el de dignidad" y "huir del paternalismo". No se trata de que los beneficiarios coman lo que se les ofrece sino que libremente puedan acceder artículos de primera necesidad, que proceden de centrales de compra a precios muy asequibles y que además la asociación subvenciona, con lo que el coste se reduce aún más.

Santos comentó que han percibido "mucha solidaridad". De momento cuentan con 80 socios, que abonan un mínimo de 5 euros mensuales, con los que se cubren los gastos del local. El personal que lo atiende es voluntario. Tienen 40. Han recibido ayuda de La Caixa y de la Diputación de Badajoz. La diputada de Bienestar Social se comprometió ayer a seguir concediéndola y el consejero de Economía mencionó en su intervención que el presidente de la Junta le ha encargado que haga lo posible para gestionar la llegada a este economato "de alguna ayuda de cierta significación por alguna institución o por alguien que lo pudiese hacer".