Lleva el nombre de Ciudad de Badajoz y representa una figura estilizada de mujer con el torso desnudo, de puntillas y con los brazos abiertos, como si emprendiera el vuelo. Lleva el pelo recogido en una trenza y su rostro es sereno. Esta escultura, que ayer fue presentada, será colocada sobre un gran pedestal en el centro de la primera rotonda de la avenida de Elvas, a la altura del nuevo Ifeba y Lusiberia y su significado es dar la bienvenida a los portugueses que llegan a Badajoz.

El alcalde Miguel Celdrán anunció que la estatua será colocada "en el menor plazo posible" en su lugar, aunque no se atrevió a adelantar fechas, a la vista de que dentro de dos días se celebran unas elecciones municipales. También dijo que su instalación "es un viejo sueño, porque todo el mundo conoce la importancia que para Badajoz tiene Portugal, las relaciones que hemos tenido siempre y la que deseamos tener siempre, por eso echábamos de menos algo que les diese una cordial bienvenida y un fuerte abrazo". Celdrán apuntó que hoy en día este sentimiento cobra aún más sentido por la cantidad de parturientas que atraviesan la frontera para dar a luz en la capital pacense "y nuestro deseo es que se vayan felices y contentas".

La figura, realizada en bronce hueco, con una altura de 5,5 metros y unos 1.500 kilos de peso, ha sido esculpida por el artista villanovense Ricardo García Lozano.

PEDESTAL DE HIERRO La escultura va sobre un pedestal de hierro oxidado en forma de boomerang que, a su vez, tiene otros 7,5 metros de altura. El conjunto escultórico irá en el centro de la rotonda, bordeado con dos fuentes triangulares que entrecruzarán sus chorros, rodeadas de un espacio verde. La parte inferior irá iluminada para dar mayor realce a la estatua.

Solo la escultura ha costado 90.000 euros, cuantía a la que hay que añadir el coste de la base sobre la que va colocada, que ha sido diseñada por la hija del escultor. El alcalde mencionó que han tenido alguna complicación con el diseño del pedestal para acoplar las dimensiones.