Una estilizada escultura que representa dos siluetas humanas, dos ángeles cuyas alas se entrelazan dibujando una corona en forma de gota, rinde homenaje desde ayer a los donantes de sangre. Su autor es el escultor Gamero Gil, que ha tendido que afanarse a fondo para poder tenerla lista antes de que terminase el año, ya que es un encargo del Ayuntamiento de Badajoz, que ha financiado la iniciativa con el remanente del 2015 a través del Plan de Impulso a la Economía Local. Gamero Gil ha contado con la colaboración del también escultor José Luis Hinchado.

La obra está situada en la calle del mismo nombre, Donantes de Sangre, a los pies de la torre Badajoz Siglo XXI, es de hierro y mide 7,15 metros.