Un "simple murguero", pero "un murguero de peso", como él mismo se definió, dio anoche el pistoletazo de salida en Badajoz a cuatro días para "reír y bailar, cantar y disfrutar hasta que el cuerpo aguante". Manuel González Lena, Manolón, miembro fundador e integrante de la murga Ad Libitum (que este año celebra su 25 aniversario), llegó disfrazado como el resto de sus compañeros, de viejo trovador cubano y asumió su papel para hacer creer desde el balcón del ayuntamiento que venía de Cuba, amparado por el propio Fidel, quien en lugar de enviar al "cuerpón" de Miss España --que el año pasado fue la pregonera-- optó por elegir a "Míster ... Cuba libre, es decir, Manolón".

Manolón tuvo palabras de agradecimiento hacia su murga y la Brigada Antiardores, cuyos integrantes también lo acompañaron y un especial recuerdo a dos grandes murgeros, Alfonso Colomer y Alejandro Mediero. Y ya más metido en faena, desde arriba preguntó a los cientos de carnavaleros que abajo lo escuchaban si la calle era suya. Tras la afirmación general en grito les reprochó: "pues vamos a cuidarla un poquito más". Pero también animó diciendo que "este Carnaval es grande porque lo hemos hecho grande entre todos".

Al pregón asistieron los concejales del equipo de gobierno, disfrazados de pollos, aunque en sus espaldas un cartel rezaba que no eran tales sino "el AVE del 2010". El alcalde, Miguel Celdrán, iba de revisor ferroviario y solo el concejal de Hacienda se desmarcó con su disfraz de Napoleón. "Hace 200 años que no pasaba por Badajoz", comentó.