Durante los doce años que se ha prolongado el proceso judicial que supondrá el derribo del Cubo de la Facultad de Biblioteconomía, los alumnos se han pronunciado muy pocas veces, menos aún por iniciativa propia, a pesar de ser los más afectados. Ahora han decidido romper el silencio cuando parece que la fecha de la demolición está más próxima. Ayer, a través de un comunicado, el Consejo de Alumnos de la Facultad de Documentación y de Comunicación, pidió que "se les tenga en cuenta", al tiempo que lamentó que la Universidad de Extremadura plantee soluciones públicamente sin contar previamente con la opinión de los representantes de los estudiantes. Por ello, recuerda a las instituciones públicas "que tienen en su mano la capacidad de solucionar este asunto" que alumnos y profesores son "los principales afectados" y defienden "estar en igualdad de condiciones a los alumnos de otras facultades".

El Consejo de Alumnos ha querido primero agradecer públicamente que la universidad, la Junta y el ayuntamiento estudien distintas opciones para cumplir la sentencia que afecten lo menos posible a los estudiantes. Pero al mismo lamentan que las que pueda barajar el rectorado no sean consultadas con sus representantes pues "en ningún momento los responsables de la Universidad de Extremadura nos han informado al respecto y mucho menos consultado".

Muestra su desacuerdo con que las obras puedan realizarse en junio, porque en este mes siguen celebrándose exámenes, los de recuperación, así como la defensa de trabajos de fin de grado "y es de sobra conocido que para desarrollar estas tareas de tanta importancia para los estudiantes no es el clima adecuado unas obras de tal magnitud, por no hablar del problema de acceso que esto supondrá". Por otro lado, tampoco considera viable tener que "sacrificar" la biblioteca de la facultad para alojar los despachos de los profesores, pues es un espacio que los alumnos usan para estudiar. Para ellos, no disponer de biblioteca, teniendo en cuenta que es una facultad donde se imparten estudios de información y documentación, sería como si "los alumnos de Medicina no tuvieran un hospital donde practicar".

Este consejo quiere transmitir "la sensación" de que ésta "como otras situaciones que nos afectan" dejan patente que la separación existente entre el campus y la facultad "no es solamente física". Según recoge el comunicado, dicen tener "la sensación" de que "no hay igualdad de trato" porque "mientras que para algunas titulaciones se habilitan nuevas dependencias con un gasto económico considerable, para otras se planea eliminar lugares imprescindibles para los estudiantes".