La mayoría de las asociaciones de voluntarios de la provincia están poco desarrolladas pues el 72,6% no cuenta con departamentos con responsables identificables. Además es un sector poco articulado, pues casi el 52% no mantiene relaciones con empresas o administraciones. Pese a ello, creen que inspiran confianza en la población y casi 2 de cada 3 así lo piensa.

Otra de sus características es que tienen pocos recursos, están muy atomizadas (el 78,1% tiene una delegación), con presencia en el ámbito local (el 42%) y sus campos de actuación preferentes son la acción social y los servicios sociales (71,5%), la cultura y la educación (62%), el deporte y el ocio (42%) y la salud (30%). El resto de áreas, como política, ecología y religiosidad son minoritarias (menos de un 13%). Por otro lado están poco profesionalizadas pues casi un 75% de las asociaciones no tiene personal contratado. Asimismo, si bien son las mujeres las que participan mayoritariamente, su presencia en la dirección es menor.

Estas son las conclusiones del estudio de la Plataforma del Voluntariado (PV) sobre El tercer sector en Badajoz . Financiado por la Diputación de Badajoz y la Consejería de Igualdad y Empleo, lo han realizado José Antonio López y Miguel Centella, sociólogos y profesores de la Uex.

Hace unos años la PV realizó un análisis sociológico de los voluntarios y ahora se imponía analizar las organizaciones en las que éstos trabajan. El estudio abarca organizaciones sin ánimo de lucro de todos los ámbitos. Se han centrado en 197 asociaciones de todas las comarcas.

La plataforma asegura que no hay un estudio de estas características en otra provincia. Jesús Gumiel, su presidente, destaca que la valía de este análisis reside en que en el sector existen tres retos: eficacia, credibilidad y calidad y este estudio da claves para afrontarlos, con lo que se convierte en una herramienta de trabajo: indica los errores y hacia dónde va el futuro.