Los vecinos de la calle El Molino y su entorno, en la barriada de Antonio Domínguez, reclaman el derribo de una vivienda desocupada que se ha convertido en refugio de indigentes y toxicómanos, y han transformado esta casa en un estercolero donde se acumulan basuras. Según la denuncia que han presentado los vecinos en el ayuntamiento, acompañada de 250 firmas de afectados, la ocupación ilegal les está causando problemas como incendios, basuras, malos olores y hasta han robado en un bar situado en la misma calle, que estaba cerrado al público, al que accedieron desde la parcela de la vivienda ocupada arrancando la puerta trasera del local.

Una de las afectadas, Emilia Granadero, cuenta que la primera vez que denunciaron fue en el pasado mes de febrero, cuando empezaron a oír porrazos de noche que procedían de esta casa y descubrieron que de allí salía gente. Esta casa se encuentra abandonada porque su anterior propietaria la vendió a una constructora, que todavía no ha edificado. Desde que la vivienda está abandonada, se han ido llevando todo lo que han encontrado, desde las ventanas al cableado.

HEDOR Próximos a esta casa hay tres bloques de pisos de dos plantas, donde viven 12 familias. Emilia asegura que el olor "es horrible" y hasta se ven las ratas por el jardín de la vivienda, que temen que puedan subir a sus pisos. Uno de los más afectados ha sido el dueño del bar La Gabina, donde han entrado en varias ocasiones y se han llevado tuberías, luces, botelleros, un congelador, grifos, puertas, cuadros de luces y hasta las cortinas.

Los afectados reclaman al ayuntamiento que se actúe contra esta ocupación ilegal y obliguen al propietario del terreno a derribar todas las casas abandonadas para evitar su ocupación y a limpiar y a sanear este terreno, puesto que alrededor viven numerosos vecinos. Según Emilia Granadero, hace unos días se acercó "alguien del ayuntamiento", que dijo que ya irían a recoger basura, pero no han vuelto.