Los padres del recluso Pedro O. B., de 44 años, que fue hallado muerto la mañana del pasado día 11 en su celda del módulo 1 de la prisión de Badajoz, por una parada cardiorrespiratoria, aseguran que su hijo falleció porque no recibió los cuidados sanitarios adecuados. José María Ortega, el padre, ha manifestado a este diario que "a mi hijo me lo han matado por falta de una asistencia médica en condiciones. Dígalo así, porque asumo la responsabilidad".

Esta afirmación la basa en que su esposa "que iba a ver a mi hijo todos los sábados y venía llorando de ver cómo estaba; y a mí no me lo decía todo porque conoce mi carácter". Ella misma explicó que había perdido "mucho peso, tenía escamas en la piel y se le caía el pelo", por lo que realizó al menos cinco llamadas a los médicos de la prisión desde el 13 de enero --dos veces--, el día 14 --otras dos-- y el 2 de febrero --una-- hasta el día antes de la muerte de su hijo, sin que en cuatro de ellas obtuviera respuesta. "Solo uno, don Pablo, me dijo que se encargaría de ver qué le pasaba a mi hijo, y al otro también" --el hermano del fallecido con el que compartía la celda--.

El interno estaba "en tratamiento con interferol para el hígado, transilium, reset, aprozolam, valium, metadona y otros medicamentos. Estuvo tres días en la enfermería y tomaba tres dosis de metadona por la mañana y dos por la tarde; el día 10 le dieron cuatro, más otros fármacos, y el 11 falleció", contó el padre.

Asimismo, José María Ortega expresó sus dudas sobre el tratamiento que se da a los presos, pues "si alguien se pone enfermo de noche y su compañero de celda golpea en la puerta para pedir atención médica, vienen cinco o seis funcionarios con porras, por eso nadie se atreve a hacerlo". Asimismo, Ortega habló con el forense y éste le explicó que "fue una muerte sin agresividad, aunque todavía hay que esperar al resultado de las pruebas toxicológicas que tienen que hacer en Sevilla".

Los padres del interno han acudido a denunciar lo ocurrido para que se aclaren las circunstancias de la muerte de su hijo. Este diario intentó comunicar con un responsable de la prisión para conocer su versión de estos hechos, pero no fue posible porque el director se encuentra fuera la ciudad.