Claveles rojos y blancos, azuzenas naranjas y margaritas blancas recogidos en coronas y ramos con mensajes de amor y promesas de recuerdos imperecederos y hasta tres rosas rojas cortadas de un jardín doméstico que una amiga quiso ofrecerles como último regalo, acompañaron en su despedida a Agustín Blanco Lopo e Isabel Rebolledo Sánchez, el matrimonio que falleció el lunes en un trágico accidente de tráfico y cuyo funeral tuvo lugar ayer a las cinco de la tarde en el Tanatorio de Badajoz, junto al puente Real. Tras la misa, a la que asistieron numerosos amigos para acompañar a los familiares, que llenaron la capilla, los cuerpos fueron trasladados al crematorio para ser incinerados.

Después de la autopsia y superados los trámites de traslado, los cuerpos de los fallecidos llegaron a Badajoz procedentes del Instituto de Medicina Legal de Sevilla. Agustín e Isabel tenían 63 y 64 años, respectivamente, vivían en Badajoz en la calle Jacinta García Hernández. El era profesor de Física y Química en el instituto Reino Aftasí, donde se jubiló el 1 de abril pasado. Acababan de comprarse el Toyota Avensis rojo con el que regresaban de pasar unos días en Conil (Cádiz) y en el kilómetro 770,4 de la autovía A-66, a la altura de El Ronquillo, se les echó encima un coche con matrícula portuguesa que se había saltado la mediana por motivos que aún no han sido resueltos. Eran las 12.20 horas del mediodía. En la brutal colisión también fallecieron la conductora y un ocupante del vehículo portugués y una joven resultó gravemente herida, así como el conductor de otro coche que se vio implicado.