A no ser por los charcos de agua y el olor reconocible a resaca tras una fiesta multitudinaria, nadie habría creído ayer al mediodía que pocas horas antes había miles de carnavaleros reunidos entre las plazas de San Atón, Zurbarán, Martín Cansado, Obispo y Juan Carlos I.

Los trabajadores de la concesionaria de lImpieza, FCC, se afanaron en que todo estuviese limpio en el centro antes de hacer lo propio en San Roque. Según percibieron, este año han recogido la mitad de basura que en los pasados carnavales. El concejal de Medio Ambiente, Antonio Ávila, no quiso dar datos sobre la cantidad recogida, pero sí manifestó que estos días está operativa toda la plantilla en tres turnos para devolver la ciudad a la normalidad.