La feria de día arrancó ayer con desigual resultado. Mientras se consolida en el casco antiguo, con algunas de sus calles muy transitadas y veladores llenos, las casetas del ferial que abrieron a mediodía, no todas, se encontraban en su mayor parte casi vacías, excepto la de Granja El Cruce, una de los tres fijas que hay este año, de un total de 15.

El ambiente en el centro, sobre todo en las calles Meléndez Valdés y Muñoz Torrero, era festivo y se disfrutaba de un trasiego de público que, de todos modos, no se repartió por igual; se centró más en los aledaños de San Juan. Los que sí hicieron sus recorridos fueron las bandas que animan las calles con su música, organizadas para llegar a los 39 establecimientos participantes.

Trabajadores y responsables de las casetas del ferial se quejaban de la falta de público, a pesar de abrir a las dos de la tarde y tener ofertas parecidas a las del centro. Uno de ellos culpó de la situación a la feria de día del centro, "la feria está aquí; allí suben los precios y bajan la calidad del servicio, con vasos y platos de papel", dijo.

Víctor Pérez, de Cuatro Gatos, manifestó que "esto está flojo. Y tampoco es que haya mucho bullicio en el centro". En su opinión, el esplendor de la feria de día llegará el lunes, "al salir del trabajo, cuando la gente queda para comer y tomar unas copas".

CARRERA DE GALGOS Antonio Miguel, de Requetón, relativizó la fuga público, "otras veces ha estado mejor", dijo. En parecidos términos se expresó Gata, propietario de El Quinto Pino, que se quejaba y esperaba que "mejore en los próximos días".

Pero la feria continúa y una de las actividades que ha llamado la atención es el canódromo, inaugurado el pasado viernes y en el que hoy concluye su jornada de carreras de galgos.