El jefe del Servicio Municipal de Extinción de Incendios, Fernando Bermejo, no ocultó ayer que las consecuencias del incendio podían haber sido "mucho peores" y mientras daba cuenta a los medios de comunicación de los daños causados por las llamas señaló que "no había sido nada para la magnitud del fuego". Durante más de una hora, los bomberos hicieron frente al fuego en unas condiciones "muy duras" debido a la falta de visibilidad por el espeso humo. "Nos costaba saber dónde estaban los coches ardiendo", describió Bermejo. Una vez sofocadas las llamas, los esfuerzos se centraron en ventilar las cocheras y también las viviendas de los cuatro bloques de la plaza Miguel Delibes.