--¿Cómo surgió esta participación en la obra de Leyva?

--Me lo propuso Isidro y me hizo mucha ilusión porque tengo ascendencia pacense, mis padres y mis abuelos eran de Badajoz, y en una ocasión tan especial como ésta me ha parecido bien y he dicho que sí como algo excepcional.

--¿Cuál va a ser su papel?

--Hago de Ibn Marwan ya de viejo, en la última escena con su nieto. Es una cosa cortita, más por estar con vosotros en Badajoz. Siempre que voy siento la emoción del acento y de la manera de hablar, que es la que siempre oí en mi casa. Estoy pasando unos días de vacaciones con mi hija Cayetana y me estoy poniendo al día de quién era Ibn Marwan.

--¿Qué le parece este tipo de montajes teatrales?

--Me parece colosal y fantástico. Isidro es un crack en este tipo de conmemoraciones, algunas se hacen también en Cataluña.

--Se retiró del teatro, pero sigue trabajando...

--De vez en cuando hago algo en cine, acabo de terminar una película dirigida por Ventura Pons, A la deriva , y estoy muy satisfecho. Tengo una cosa a la vista de cine, pero no está concretada. La verdad es que estoy retirado, sólo quiero disfrutar de los años que me queden.

--¿Echa de menos el teatro?

--No, la verdad, en absoluto lo echo de menos, lo de Al Mossassa ha sido una cosa excepcional si hubiera sido con otra persona o en otra ciudad hubiera dicho que no.

--¿Cómo ve el cine y la tv?

--El teatro está viviendo los mejores momentos de su historia, hace más de cien años que no estaba tan bien, está lleno de grandes directores y actores. No he conocido un momento tan bueno. El cine español tiene un problema, un exceso de películas.