El primer niño prodigio del cine español tiene orígenes pacenses. Alfredo Hurtado Pitusín nació en Madrid en 1917, pero su familia era y es de Badajoz, ciudad a la que estuvo vinculado gran parte de su vida. Con siete años inició su exitosa carrera: fue estrella del cine mudo en los años 20, 30 y 40 y llegó a a ser ayudante de dirección de Orson Welles.

A pesar de su currículo, la figura de Pitusín ha pasado desapercibida para el público, pero ahora el Festival Ibérico de Cine, cuya decimotercera edición se celebrará del 16 al 20 de mayo, ha desempolvado de los archivos de la Filmoteca Nacional dos películas para rescatar del olvido a este pequeño gran actor, que también fue director y guionista y que será protagonista este año de la sección La muestra , 48 años después de su muerte.

La proyección del cortometraje La Buenaventura de Pitusín , primera cinta en la que participó, y el largometraje La Dolores , la última que rodó en 1940, así como la presentación de una biografía del actor escrita por José Rabanal Brito acercarán a los espectadores a este niño prodigio.

La historia de Pitusín merece ser contada. Su madre, responsable de su carrera artística y quien lo acompañó siempre en sus actuaciones, fue la que se percató de que su hijo tenía madera de actor: lo inscribió en las academias de los más afamados profesores de interpretación e, incluso, gastó sus ahorros en producir su primera película.

UN ACTOR PROLIFICO La filmografía de este niño prodigio del cine mudo es abultada, a pesar de que con 23 años decidió apartarse de la interpretación y dedicarse a la dirección y a escribir guiones. Además de La Buenaventura de Pitusín y La Dolores , Alfredo Hurtado protagonizó y participó de 1924 a 1940 en otras 13 películas: La revoltosa , Los granujas , La medalla del torero , La chavala (todas en 1924); El Lazarillo de Tormes (1925); Malvaloca y Amapola (1926); El pilluelo de Madrid (1927); Corazones sin rumbo (1928); Sombras del circo (1931); Sierra de Ronda (1933); El novio de mamá (1934); y Paloma de mis amores (1936).

Su filmografía como director fue menos prolífica: Como la tierra (1954), Cancha vasca (1955) y Un abrigo a cuadros (1957).

La investigación es una de las constantes que ha centrado el trabajo del Festival Ibérico de Cine en todas sus ediciones y que le ha llevado a dar a conocer a profesionales de la talla de Pepe Maesso, inventor del spaghetti western y primer extremeño nominado al Oscar; el director y guionista Luis Alcoriza, compañero de Buñuel; o el actor Luis Cuenca. El fruto ha sido rescatar historias como la de Pitusín .

PROGRAMACION Alfredo Hurtado no será el único protagonista de la XIII Festival Ibérico de Cine, en el que competirán 25 cortometrajes de España y Portugal --seleccionados entre los 180 recibidos-- por el Onofre y los 6.000 euros del premio. Además, se recupera la sección infantil Los miudos y se homenajeará al actor Antonio Vitorino D´Almedida, padre de la conocida actriz portuguesa María Medeiros.