Desde ayer se puede pasear por la parte superior del adarve, contemplar las garitas y las cañoneras recuperadas y protegidas y observar desde arriba el yacimiento arqueológico, con el único tramo de muralla medieval descubierto, de 40 metros de longitud. Las obras de restauración del baluarte de la Trinidad, que comenzaron a principios de agosto del 2015, acaban de concluir. Esta mañana tiene previsto visitarlo el alcalde, Francisco Javier Fragoso.

Inicialmente el proyecto estaba presupuestado en 611.000 euros, que se financiaron con el programa transfronterizo Poctep. Pero los imprevistos por la inestabilidad de la estructura del baluarte, que obligaron a construir un muro de contención y los restos arqueológicos que fueron apareciendo, obligaron al ayuntamiento a alargar los plazos y a ampliar la actuación, con una nueva dotación presupuestaria de 190.000 euros. El proyecto contemplaba la conexión del nuevo adarve con la puerta de Trinidad, situada enfrente, pero el presupuesto resultó insuficiente.

Así lo reclamó ayer, mediante un comunicado, la Asociación Cívica Ciudad de Badajoz, que espera que en la reconstrucción se apliquen los criterios empleados en Olivenza y no se habilite una pasarela de metacrilato u hormigón que parezca una solución para el tráfico. Además, criticó el impacto de la intervención en el monumento y las estructuras modernas «que desvirtúan la interpretación adecuada».