La finca El Tesorero, propiedad de Inmobótoa y donde está la ermita de Bótoa, mantendrá el cerramiento metálico que se instaló, al haber prescrito la orden municipal de levantarlo, así como una sanción de 1.200 euros, según ha podido saber EL PERIODICO y así lo ha confirmado el responsable de Inmobótoa en Badajoz, Emilio Santos. El ayuntamiento, preguntado al respecto, no ha respondido.

La finca se valló a raíz del conflicto de Inmobótoa --de Javier Camuñas-- con el ayuntamiento, por la negativa de éste a recalificar la finca de 20 hectáreas para hacer una promoción de 120 viviendas para los militares de la base de Bótoa. Emilio Santos manifestó entonces que el equipo de Gobierno quiso beneficiar a un alto cargo del PP. La prescripción se comunicó el pasado 4 julio.

Santos ha afirmado que "cuando el alcalde chistoso habló con el entonces presidente del Congreso, Federico Trillo, dijo que a todos convenía el proyecto y la cesión de ocho hectáreas para la romería. Eso era crear riqueza y empleo con una inversión de 2.000 millones de las antiguas pesetas y un beneficio de 200 o 300; no 500 como me adjudicaban". Además de Federico Trillo, Javier Camuñas recurrió a la mediación de otro exdirigente del PP, al que también pertenece Emilio Santos, como fue Miguel Herrero de Miñón.

El conflicto de los terrenos fue llevado a juicio por la Hermandad de Bótoa, que reclamaba el usufructo de los terrenos para la romería, y ganó, aunque Inmobótoa, que abrió la valla para uso de los romeros, recurrió a la audiencia y aún espera el fallo. Una vez vallada la finca, Inmobotóa la alquiló y el arrendatario la explota con ganado y cultivos.