La Fiscalía Provincial solicita en sus conclusiones provisionales la pena de cinco años de prisión para F. M. M., vecino de Badajoz, acusado de un presunto delito de agresión sexual, por la violación de una mujer el 6 de octubre de 2015, en el entorno de la carretera de Campomayor, en la capital pacense, cuyo juicio está previsto para el próximo día 23 de mayo, en la Sección Primera de la Audiencia Provincial.

El Ministerio Público resalta en su relato de los hechos ocurridos «la extrema violencia» del acusado hasta que venció la resistencia de la mujer.

Los hechos tuvieron lugar en una cuadra semiderrumbada sita en un descampado a la altura del número 30 de la carretera de Campomayor, en la calle Viriato, de esta ciudad, según el fiscal, que continúa: «lugar en el que se encontraba con la mujer»; que «cerró la puerta con un candado para después decirle que o follamos por las buenas o por las malas", para, acto seguido, «empujarla hacia el interior del inmueble, y dado el rechazo de ella a sus pretensiones sexuales, ocasionar un violento enfrentamiento físico entre ambos», en el que el agresor «amenazó con axfisiarla, azuzó a unos perros para que la atacaran y le provocó múltiples contusiones».

La mujer luchó y «rechazó físicamente a su atacante, arañándole con un llavero en la cara y el cuello para, finalmente, ante la extrema violencia del mismo, ceder en la resistencia mantenida; procediendo entonces el encausado, después de quitarle los pantalones y las bragas, a penetrarla vaginalmente, eyaculando mientras ella se encontraba de pie y de espaldas a su agresor», señala el texto del fiscal.

LESIONES

Como consecuencia «del violento incidente descrito, la víctima presentó lesiones consistentes en contusiones esquimóticas y erosiones varias en región dorsal derecha baja, en región lumbar, costado izquierdo, erosiones en dorso del brazo y antebrazo derecho, contusión eritematosa en la rodilla izquierda, excoriación en la mano izquierda, contusiones en antebrazo izquierdo y hematoma en dorso del antebrazo izquierdo», según consta en el escrito referido.

A su vez, el acusado, fue atendido en Urgencias del Hospital Perpetuo Socorro de «dos lesiones excoriadas y contusas en lateral izquierdo, un arañazo en la región pectoral izquierda y lesión eritematosa y excoriada en hemiabdomen izquierdo; dos lesiones en bícep izquierdo, dos arañazos en antebrazo izquierdo, una lesión en la muñeca izquierda y un arañazo en el antebrazo derecho».

Señala también el fiscal que el procesado padece una discapacidad mental de carácter moderada, lo que limita, que no anula, sus capacidades mentales cognitivas y presenta una personalidad impulsiva y punitiva con tendencia a actos intensos y vehementes, lo que también altera, que no anula, su capacidad volitiva. Así mismo, está «diagnosticado de epilepsia, no teniendo nada que ver este padecimiento con los hechos acontecidos».

Así, el fiscal entiende que se trata de un «delito de agresión sexual del que es responsable el acusado», en quien concurre la circunstancia «atenuante, como eximente incompleta, de anomalía o alteración psíquica».

Por ello, además de los 5 años de cárcel, solicita que «si lo entendiese el tribunal, cumpla la pena en un centro psiquiátrico penitenciario»; también 7 años de prohibición de acercarse a la víctima a menos de 200 metros y de comunicarse con ella por cualquier medio, además de 6 años de libertad vigilada una vez cumplida la pena de prisión, con la obligación de seguir un control médico periódico, y el pago de 15.000 euros «por los daños morales padecidos».

LA DEFENSA

El letrado de la defensa, José María del Pozo, por su parte, solicita en sus conclusiones provisionales inicialmente, la absolución considerando el retraso mental que padece el acusado, o alternativamente, la pena menor posible, y que la cumpla en un centro psiquiátrico penitenciario.