La Sección Primera, de lo Penal, de la Audiencia Provincial de Badajoz, dejó ayer visto para sentencia el juicio seguido contra el hombre S. G. P., acusado de un presunto delito de blanqueo de capitales, que se habría perpetrado en el periodo de tiempo que va desde octubre de 2016 y febrero de 2016, por un importe de unos 7.000 euros por una parte, consumado, e intento por importe de otra cantidad similar, según el relato de hechos de la Fiscalía. Así lo explicó a este diario el abogado encargado de la defensa, Jenaro García Fernández.

El letrado defensor negó que su patrocinado recibiera la citada cantidad de dinero de diversas cuentas bancarias de personas desconocidas para remitirlas a Nigeria, con el fin de blanquear el dinero.

El acusado, asegura su defensor, afirma que el dinero que movía procedía de fondos propios y de la madre de su pareja, que vive en el citado país africano y a la que ayudaba a montar un negocio. La razón era, dijo el abogado, que al estar en una situación de ilegalidad no tenía capacidad de abrir una cuenta en ese país.

Supuestamente habría una 15 personas perjudicadas, señaló, todas extranjeras salvo dos españolas, de Galicia y País Vasco. Además, Jenaro García negó que «la mafia utilizara al acusado para blanquear dinero».

El juicio celebrado ayer concluyó con la presentación de los informes de las partes, y tanto el fiscal como la defensa elevaron sus conclusiones provisionales a definitivas.

Mientras el Ministerio Público mantuvo la acusación por un delito de blanqueo de capitales y solicitó la pena de tres años y seis meses de prisión para el acusado, el abogado de la defensa negó que hubiera existencia de delito alguna y solicitó la libre absolución.