Algo está ocurriendo en el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Badajoz y es normal porque debe estar ocurriendo en todos los grupos municipales por las luchas propias de un periodo preelectoral. Corren rumores, hay reuniones y negociaciones. Pero es verdad, como decía hace unos días el portavoz municipal del PSOE, que el ambiente está enrarecido y las enemistades, hasta ahora latentes, empiezan a ser patentes. Prueba de ello es la presentación de los presupuestos municipales para el 2007, que el concejal de Hacienda, Nicasio Monterde, tenía preparados hace meses y que ha ido retrasando porque no se ponían de acuerdo, para fastidio de Monterde, que además ha tenido que "tragar" con la inclusión de un préstamo para "engordar" los ingresos, cuando todavía está por gastar el que solicitaron el año pasado.

Algo está pasando y solo el tiempo dirá si los rumores que circulan entre la plaza de España y la calle San Juan se materializan antes de que se presenten las listas del PP. Curiosamente, las únicas flores que echan al responsable de la política económica municipal proceden de la oposición, tanto del PSOE como de IU, y no huelen nada bien.