El fotógrafo Antonio Cosme Covarsí (Badajoz, 1951) falleció la madrugada de ayer en el chalet que tiene la familia en la calle El Cedro de la urbanización El Manantío, en unas trágicas circunstancias. Estaba solo cuando se declaró un incendio en la planta baja. Las 00.30 horas eran cuando llegaron la esposa y la hija menor del matrimonio y encontraron la casa en llamas.

La noticia corrió como la pólvora pues era una persona muy conocida y querida en Badajoz, donde se ha criado, vivido y desarrollado su vida profesional y artística, tanto en la fotografía, como en la música desde Itaca. Casado con María Jesús Zafrilla y con dos hijas, tenía 54 años y trabajaba en varios proyectos de exposiciones y libros.

Los bomberos no precisaron la hora que se originó el fuego, porque cuando llegaron, 14 minutos después de que los avisara el 112 y la Guardia Civil, la potencia calórica indicaba que el fuego llevaba tiempo vivo y había una combustión interior intensa. Tampoco la causa, aunque se barajó la posibilidad de que fuera por un brasero. La Guardia Civil investiga el suceso.

LA CASA EN LLAMAS La mujer y la hija volvían de la ciudad con unos amigos y al ver la casa ardiendo cogieron las mangueras e intentaron sofocar el fuego. La hija llamaba a su padre a gritos mientras la esposa intentaba romper una persiana para que pudiera salir, "pero el fuego no nos dejó; había mucho humo", explicó ella misma más tarde, una vez curada de las quemaduras que sufrió en una mano.

Esa tarde, Covarsí tenía previsto ir a una exposición, pero no lo hizo. Su mujer le llamó varias veces al móvil desde las seis de la tarde, "pero no me respondió", dijo. Ello le hizo pensar después que podría estar muerto o inconsciente antes del incendio, por un infarto o un desvanecimiento. La causa de la muerte aún no se conoce, pues no se ha comunicado a la familia el resultado de la autopsia.

Los bomberos tuvieron que "entrar tres veces, por culpa del humo, y hasta la tercera no lo encontraron", el cuerpo, ya sin vida. La familia y los amigos estuvieron toda la noche en el lugar hasta el levantamiento del cadáver por la mañana.

Curiosamente, ningún vecino oyó ni sintió nada, según los testimonios recogidos entre varios de ellos, que ayer se acercaban a ver lo ocurrido. Francisco Ortiz, que tiene su parcela junto a la de la familia Covarsí, contó cómo al llegar, hacia las nueve de la noche, "olimos a quemado, pero no echamos cuenta porque lo normal es que haya fuego en las casas de alrededor; sí me extrañó no ver la luz, porque siempre que salen dejan una encendida en el porche", explicó.

Otra curiosidad fue que el piso de arriba, donde se encuentra su estudio, apenas resultó afectado por el fuego, sólo con los cristales rotos, y en su interior el cuerpo sin vida de Lúa, uno de los dos dálmatas de la familia.

TESTIMONIOS Numerosos amigos acudieron a Necropsias del Infanta Cristina conforme iban conociendo la noticia. Consternados, buscaban y se daban explicaciones sobre lo ocurrido con los datos que recibían.

El escritor y editor Manuel Vicente González explicó que había quedado esa tarde para hablar de un libro de viajes; Alejandro Pachón, crítico de cine, recordó su afición al jazz; el poeta Jaime Alvarez Buiza también acudió, como el pintor y diseñador Luis Costillo, que le ha llevado las ediciones de libros y catálogos; el poeta Angel Campos, que tiene varios proyectos en marcha con él, entre otros un libro sobre Lisboa.

También la Consejería de Cultura emitió un comunicado lamentado el fallecimiento, "una pérdida que deja a la cultura extremeña y, especialmente, de Badajoz, sin uno de sus valores más comprometidos de las últimas décadas", señalaba.

La familia ha decidido respetar el deseo del fallecido y será incinerado a las 9.30 de la mañana en el crematorio de la capital pacense.