Los fotorrojos van a seguir multando en Badajoz porque la infracción se deduce de una secuencia grabada en vídeo y no de una foto fija, según se desprende del informe de los servicios jurídicos del ayuntamiento pacense, a raíz de la sentencia del Tribunal Supremo que sienta jurisprudencia e invalida las imágenes captadas por estos dispositivos como prueba para sancionar porque no están calibrados. El primer teniente de alcalde, Germán López Iglesias, informó ayer de que el Ayuntamiento de Badajoz no "se da por aludido" con esta decisión judicial, que data de noviembre.

Según aseguró, ha habido conductores que han recurrido las multas en Badajoz, pero hasta ahora todas las sentencias en primera instancia han dado la razón al ayuntamiento. En concreto, una de ellas recoge expresamente que "todas las alegaciones contenidas en la demanda sobre el correcto funcionamiento del dispositivo y su control metrológico carecen de fundamento y virtualidad".

López Iglesias explicó que los fotorrojos instalados en Badajoz (hay dos que se alternan en dos cruces distintos de la autopista) realizan videos y los infractores reciben un fotograma, pero cuando recurren pueden comprobar las imágenes de la secuencia, "y está tan sincronizado el aparato con el semáforo, que cuando se pone en rojo saltan las fotos del video para sancionar, que están grabando las 24 horas". Las imágenes se borran y se dejan las que conllevan sanción, con un intervalo de tiempo anterior y posterior a la infracción, discriminadas por un policía local. "Nosotros tenemos bastante claro el asunto", señaló el concejal.