Para no haberse presentado aún, las declaracioones a este diario del portavoz municipal socialista, Ricardo Cabezas, anunciando que impulsará una moción de censura, suscitaron ayer numerosas reacciones por las consecuencia que esta decisión comporta. El primer afectado, el alcalde de Badajoz, el popular Francisco Javier Fragoso, quiso dejar claro que estaba «absolutamente tranquilo» e intentó restar credibilidad a la decisión del grupo socialista, tachándola de «broma», para hilar a continuación una profusa crítica política. Fragoso afirmó que a Cabezas «solo le obsesiona ser alcalde de la ciudad, incluso no ganando las elecciones, tiene muchas prisas, posiblemente por algún elemento de inseguridad porque piensa que nunca ganará en Badajoz».

Insistió el alcalde en que la vía de la moción de censura para hacerse con la alcaldía «no es natural», porque resultaría de sumar «manzanas, peras y melones» y a Cabezas «se le olvida» que «hay veces que la aritmética está reñida con la ética ». Asimismo, señaló que sus intenciones «se pueden entender más en un debate interno del PSOE» para ganarse las bases con los gestos.

Según recordó el alcalde, existe una incongruencia en el anuncio de la moción de censura, pues el PSOE dijo en su momento que no se anuncian sino que se presentan y, a pesar de eso, «se dedica a ir anunciándolas cada dos meses, por eso me tomo esto como una broma». Insistió en que a lo que se tienen que dedicar los grupos municipales es a «buscar espacios de consenso», que es precisamente de lo que se queja la oposición. Pero Fragoso le achacó lo mismo al PSOE y lo acusó de «buscar cada cierto tiempo generar elementos de tensión que impidan el consenso», ahora que el PP se iba a dedicar --dijo-- a negociar con la oposición el presupuesto. «Será porque no quieren sentarse a hablar», sentenció. Por ello defendió que con este panorama «es muy difícil» llegar a acuerdos con el PSOE en Badajoz «porque está a otra cosa», a pesar de que señaló que él ha sido capaz de entencerse con la Junta y con la diputación. «Lo importante es respetar la voluntad de los ciudadanos, que decidieron con mucha diferencia quién querían que fuese su alcalde y hacer esfuerzos por buscar consensos», se ofreció, aunque aclaró que no negociará con los tres al mismo tiempo, sino uno por uno.

Aprovechó de todas formas para pedir a Cabezas que ya que ha anunciado que empezará a hablar con los otros grupos de la moción de censura tras los Carnavales, que lo deje ser alcalde hasta después de Semana Santa, para acompañar las procesiones «pues yo sé que ni a él ni a su compañero de Podemos les gustan esas cosas».

Quizá Fragoso estaba tranquilo porque el día anterior, según desveló, el portavoz de Ciudadanos, Luis García-Borruel, se había acercado a las dos de la tarde a su despacho para confirmarle que ante los rumores que habían llegado a sus oídos sobre una moción de censura, su grupo no la apoyaría porque sus condiciones son que se demuestre que hay corrupción y que además la autorizase la dirección de su partido. El alcalde recalcó que ninguna de las dos se cumplen. Según Fragoso, las relaciones del PP con C’s están en estos momentos «en expectativas de destino», pero existe voluntad de hablar. De momento, el partido de Borruel no le deja vía libre. El delegado territorial de Ciudadanos, Cayetano Polo, recalcó ayer que «por ahora no hay justificación suficiente para aprobar una futurible moción». Además, el delegado de Acción Institucional, Antonio Ibarra, avisaba de que su secretaría no había recibido información que justificase la conveniencia, «por lo que el partido no la aprueba».

La decisión del grupo municipal socialista debe contar con la autorización de la ejecutiva regional del PSOE, según los estatutos del partido, por ser un municipio de más de 50.000 habitantes. Ayer, la comisión ejecutiva regional emitió un comunicado para advertir de que no tenía conocimiento de la propuesta de la moción, que deberá ir acompañada del programa de gobierno que se acuerde con el resto de los grupos municipales con los que se presentase la moción. Será entonces cuando adoptará una posición. Pero Cabezas no contempla el «no» de la ejecutiva regional y espera reunirse «en breve» con el secretario regional, Guillermo Fernández Vara. «Si dice no, tendrá que dar explicaciones», avisó. Fragoso sugirió al respecto que en estos momentos en los que «la Junta y el PSOE están pegando leches por todos lados a la ciudad de Badajoz, a lo mejor les interesa un alcalde del PSOE sumiso». También el presidente regional del PP, José Antonio Monago, habló y dijo que «los extremeños valoran que gobierne la lista más votada», como hizo el PP y confió «en la palabra de Vara, que dijo que no iba a apoyar esta moción», aseguró.

Por otro lado, y en contradicción con la buena sintonía en las relaciones entre el grupo municipal de Podemos con el del PSOE, Podemos Extremadura cuestionó los planes de los socialistas pacenses y los tachó de «farol», si bien el secretario general, Ávaro Jaen, consideró «muy interesante» la posibilidad de que Fragoso deje de ser alcalde.