El portavoz del gobierno local, Francisco Javier Fragoso, dio ayer la razón a los ciudadanos molestos por la suciedad de las calles durante la fiesta de Al-Mossassa, celebrada el fin de semana en el Casco Antiguo.

Fragoso pidió disculpas a los ciudadanos "por no haber estado a la altura" y recordó que "el servicio de Limpieza es un enfermo en fase terminal, pero eso va a cambiar y no volverá a ocurrir nunca más". En este sentido recordó que a partir de la próxima semana "Badajoz tendrá un servicio de primer nivel".

Por su parte, la concejala en funciones de Cultura, María del Rosario Gómez de la Peña, calificó de "satisfactorio" el resultado de la decimotercera edición de Al-Mossassa, por la alta participación de público y la ausencia de incidentes importantes.

Según la Policía Local, unas 100.000 personas pasaron por Al-Mossassa, la representación teatral en El Campillo fue vista por cerca de 900 personas en las dos noches y la exposición de monedas del Museo de la Ciudad recibió 340 visitas. También subieron a la torre de Espantaperros 5.924 personas.

El puesto de Cruz Roja sólo realizó seis traslados a centros sanitarios, uno por una rotura de un tobillo y otro por un coma etílico, el resto fueron asuntos de menor importancia, según la concejala.

La Asociación Cívica Ciudad de Badajoz también destacó la masiva afluencia de público, sin embargo mostró sus temores porque se convierta "en un simple botellón disfrazado de opereta con simbología moruna y un bien montado zoco árabe".

Por ello demandó que se vuelva "a los orígenes" de la fiesta, "para que no se diluya su esencia histórica", y se recuperen el desfile de las dos banderías, la representación de las Leyendas de Badajoz, se traslade la obra de teatro a la Alcazaba y se realicen "profundos cambios".