Es una de las principales figuras del arte extremeño vivo. Es doctor en Historia del Arte, profesor emérito, dinamizador cultural, exdirector del Muba, presidente de la Económica de Amigos del País, Hijo Adoptivo de Badajoz, académico de las Letras y las Artes (Extremadura, Madrid, Sevilla, Cádiz), Medalla de Extremadura y cuenta con prestigiosos premios nacionales e internacionales en su haber. El pintor y muralista Francisco Pedraja Muñoz (Madrid, 1927; afincado en Badajoz), volverá a exponer parte de su obra ocho años después de su anterior muestra, una antológica, en 2006.

Pedraja mostrá 'Paisajes 2005-2014', una selección de 25 de los cuadros que ha pintado durante los últimos nueve años, la mayoría al óleo y seis o siete acuarelas, en distintos formatos --desde 40 x 50 centímetros a 1 x 1.22 metros--, volviendo siempre a una temática en la que ha profundizado hasta lograr una personalísima forma de expresión, a base de conjugar elementos y efectos clásicos con técnicas y tratamientos propios de la modernidad de su tiempo.

Por el paisaje ha sido reconocido Pedraja por la crítica, así como en el ámbito del muralismo, en el que ha dejado huellas importantes, destacando el que presentó en 2001: 'El mito de Occidente', obra conceptual realizada en técnica mixta sobre papel y tela, de 110 metros por 1.40. En ella reflexiona sobre el origen y el incierto futuro de la Humanidad. No se ha vuelto ver.

El pintor, de 86 años, que hace unos días hablaba con alumnos del Reino Aftasí sobre la importancia del Arte y les mostraba y explicaba el devenir la historia del hombre a través de lo mejor de éste, su creatividad, expondrá estos 25 paisajes en sala de exposiciones del edificio Siglo XXI, de la Fundación Caja Badajoz.

Muestra Pedraja una evolución en su forma de tratar el paisaje, "una pintura más suelta, más libre y más desgarrada", en la que cuenta "la intrahistoria del territorio; de lo que me he dado cuenta después", afirmó. Y señala que "muestra también cómo ha sido la vida de la gente, sus sentimientos, las huellas de una pequeña casa de labranza, una ermita o un convento francisco abandonado, para entender la relación de el labrador con el señor feudal".

Algunos paisajes que expondrá son de la sierra de Alor, cerca de San Jorge "con sus olivos retorcidos, verdaderas esculturas expresionistas del dolor del territorio y sus gentes", añade.

Pedraja cree que "la pintura es hoy un desafío, cuando se lleva un arte totalmente distinto; hoy, pintar libremente es de vanguardia, ir contracorriente". Y cree que "al final, es la naturaleza la que te devuelve tu imagen; cuando pintas un paisaje, lo que pintas es el interior de uno".