La pasada semana intervino la Policía Local de Badajoz en uno de los pocos casos en que se conocen de accidentes presuntamente simulados, en que se vieron implicados dos vehículos y seis supuestas víctimas, que los agentes intervinientes consideraron sospechoso debido a que los afectados negaron a que interviniera este cuerpo aduciendo que firmaban partes amistosos para presentar en las compañías de seguros, y que ya habían llamado ellos mismos a varias ambulancias para atender y trasladar a centros sanitarios a seis heridos.

Se trata del último caso de accidente supuestamente falso, de los que a la Fiscalía de Tráfico llegan menos del 1%, sin que se tenga una estimación clara sobre el número real de los que se producen realmente y que han aumentado en los cinco últimos años, la mayoría de ellos con requerimientos a compañías de seguros por bajas laborales e indemnizaciones debido a una dolencia común, como es el latigazo cervical, también conocido popularmente como "cuponazo cervical", según explica a este diario el fiscal especialista en materia de Tráfico, Diego Yebra.

En el citado accidente, los agentes que se encontraron con el sucesos mientras patrullaban, sospecharon de las circunstancias expuestas por los afectos y avisó al equipo de atestados, que determinó que las lesiones que declaraban haber sufrido no se correspondían con el tipo de colisión que decían.

DIFICIL DE DETERMINAR Casos como éste y similares "son muy comunes, más frecuentes de lo que nos creemos, como se recoge en la memoria de delitos del año 2014, en la que se ve que baja el número de víctimas mortales y de heridos graves y aumenta el de leves, sobre todo del tipo 'cuponazo cervical', así llamados porque médicamente no se puede determinar que se haya producido o no", explica el fiscal.

"Es muy difícil constatar el daño sufrido y la gente solo indica que tiene dolor, van al médico y se pasan de baja un par de meses cobrando del seguro por los cuidados médicos y el salario perdido por cada día de trabajo, de ahí el nombre de cuponazo cervical", señala Diego Yebra. Y recuerda que "Mapfre presentó en un congreso el caso de una familia cuyos miembros habían presentado partes por siete accidentes en un corto espacio de tiempo".

La policía local ya indicó que a diario que reciben llamadas de aseguradoras y abogados preguntando si hay actas de accidentes de circulación de los que les llegan partes amistosos y se comprueba que no hay porque no han sido avisados y no ha intervenido sus agentes. Por ello es "difícil comprobar la veracidad de los hechos, y las compañías no pueden negarlo si hay partes amistosos".

Yebra afirmó que "es entonces, en estos casos, cuando se detecta que si hay agentes que se implican y hacen bien su trabajo y saben, como ocurrió en esta ocasión, que quedó patente".

Y añadió que estos accidentes se dan también en viajeros de autobús, "que por un frenazo o un golpe se caen caen al suelo o dicen que han sufrido un latigazo cervical para cobrar del seguro". "Basta con que el afectado vaya al hospital, diga que ha tenido un accidente y recibió un golpe por detrás para justificar el dolor cervical", explica. El salario que pagan las aseguradoras "es de 584 euros al día si por baja y si es por dolor, 351".

Esta situación "se ha hecho más frecuente desde cinco años para acá. Un informe de la policía local en un congreso indicó en sus conclusiones que el fraude por estos casos está en torno al millón de euros". Y las compañías, que a veces ponen detectives privados para comprobar la veracidad de los partes, "se encuentran con que los afectados están de baja pero realizan una vida normal; en otros casos, por cantidades de 200 o 300 euros, no les merece la pena", señala el fiscal.

BASE DE DATOS Esta situación mejoraría "y se podría investigar más a fondo si hubiera una base de lesionados para acreditar que una persona ha sido indemnizada por varias compañías, si éstas cruzaran sus datos, pero no lo hacen. Si hubiera datos podríamos ver si hay fraude, como un caso en Badajoz, en que una bicicleta sufrió cinco atropellos en distintos lugares; o los 59 detectados en Plasencia".

También se tendría más información "si intervinieran los médicos forenses para valorar los daños de una persona y determinar si se ha visto implicada en más de un accidente".

Cuenta el fiscal que "hubo una condena a una mujer que se lanzó sobre un coche en un paso de peatones, en Carolina Coronado, en el 2014, que luego se pudo constatar que el conductor era su expareja, que no se llevaban bien y que ella obró para cobrar la indemnización, por lo que fue imputada". Este tipo de casos se dan sobre todo en vías urbanas, "donde la velocidad es menor que en las interurbanas, donde los daños serían mucho más graves", según Yebra.