Aún con el susto en el cuerpo, el propietario del pub La Buhardilla recordaba ayer el atraco sufrido la madrugada del sábado como "un minuto y pico muy angustioso". Fue lo que tardaron los dos asaltantes en entrar en el local, amenazar a las víctimas a punta de pistola y navaja, y llevarse su botín, para salir huyendo a pie en dirección a la avenida Francisco Luján, donde presumiblemente los esperaba un vehículo.

El dueño del bar, que prefiere que su nombre no se mencione, reconoció que cuando vieron entrar a los dos hombres --uno de complexión fuerte y otro media-- pensaron que se trataba de "una broma" de un grupo de murgueros habituales del local que querían darles un susto simulando un atraco. Pero enseguida se percataron de que lo que estaba sucediendo iba en serio. "Esto no es una broma", dijeron los asaltantes tras acceder corriendo al bar.

"La chica a la que apuntaron con la pistola lo pasó muy mal. Los demás también, pero para ella fue peor", lamentaba ayer este hostelero. "Esto no puede pasar", añadía.

El dueño de La Buhardilla recalca que hace tiempo que comerciantes y hosteleros demandan mayor vigilancia por los robos que se han producido, "pero ahora habrá que tomar otras medidas porque esto no es lo mismo. Si me atracan a mí solo, pues bueno, pero ya con clientes es mucho más grave".