La investigación de la policía y los bomberos sobre el origen del incendio ocurrido la madrugada del pasado 30 de enero en un garaje de Suerte de Saavedra ha dado sus primeros frutos, al identificar el vehículo --de los seis que quedaron calcinados-- del que partió el fuego. Concretamente, se originó en el coche que estaba estacionado en la plaza más próxima a la puerta del garaje, según difundió ayer la Delegación del Gobierno.

El vehículo en cuestión no es del portavoz de la Plataforma de Suerte de Saavedra, Antonio Chacón, lo que le hizo a éste "respirar tranquilo", pues temía, y así lo manifestó en su día, que el incendio fuese una represalia por su continua solicitud de vigilancia y seguridad. El vehículo es un Volkswagen Cady.

RESULTADO DE ANALISIS No obstante, la investigación sobre la causa del incendio, para determinar si fue fortuito o provocado, sigue a la espera de recibir el resultado de los análisis sobre sustancias que ardieron. Fernando Bermejo, jefe de bomberos, explicó que "cuando estén los análisis" se podrá saber "si había combustible en algún lugar distinto al que debiera".

El incendio ocurrió de madrugada. Gracias al aviso dado por un vecino del barrio, al que todos llaman El Angel de la Guarda , y la actuación de los bomberos y la policía, se pudo desalojar a los 194 residentes sin que se produjeron heridos. La policía retiró ayer la vigilancia que mantenía desde entonces.

Asimismo, ayer se supo que el número de denuncias individuales, además de la colectiva firmada por más de 50 afectados, era ya de 56. Además, las 14 familias que permanecían realojadas hasta las doce de la mañana entregaron un escrito en Fomento pidiendo el informe de habitabilidad del edificio y que la Junta y el ayuntamiento asuman el realojo de 10 familias que no tienen seguro y no pueden entrar en sus pisos sin un perito, porque perderían el derecho a reclamar por los daños sufridos.

Antonio Chacón afirmó que "reconocemos lo que han hecho el ayuntamiento y la Junta, pero pedimos que atiendan a estas familias, que no queden desamparadas sin sitio para dormir". Y señaló, como otros afectados, que "los peritos de las compañías dicen que los pisos no están para habitarse".

Las familias que carecen de seguro se sentaron por la tarde en la plaza Miguel Delibes, a la espera de que alguien de la Junta apareciera para mostrarles un certificado de habitabilidad "y con un equipo de limpieza, porque con las casas en ese estado no podemos entrar", explicó Miguel Angel Cortés, padre de cuatro hijos "que esta noche, si no nos dan una solución, tendrán que dormir en la furgoneta".

Mientras hablaba, un grupo de mujeres hacía compras para la cena. Cortés afirmó: "Si a las once no ha venido nadie, iremos a poner una denuncia en comisaría por daños y perjuicios".