Los vecinos que ocupan las doce viviendas del bloque número 23 de la calle Salvador Allende, en la barriada de Santa Clara, vivieron ayer una jornada negra, pues a primera hora de la mañana se vieron sorprendidos por una explosión acompañada de una gran llamarada, que provenía de uno de los pisos, ubicado en el bajo y que causó momentos de pánico, porque inundó la escalera de humo, que llegó a entrar en alguna vivienda e incluso en el patio interior se quemaron las persianas enfrentadas.

Afortunadamente no hubo que lamentar víctimas. Cuatro personas fueron atendidas por inhalación de humos y dos de ellas tuvieron que ser evacuadas por Cruz Roja: el abuelo de la casa afectada y una vecina. El hombre fue trasladado al Infanta Cristina porque había sufrido una caída y la mujer, hasta el Perpetuo Socorro.

El jefe del servicio de bomberos, Fernando Bermejo, dijo desconocer el origen del incendio, aunque en principio se había barajado un cortocircuito. En el piso viven seis personas. El fuego destruyó totalmente la habitación donde se inició y afectó bastante el resto de la vivienda. La madre, Juana Bautista Lorenzo, una vez que el fuego estaba apagado, permanecía sentada en el suelo del portal, mientras una vecina le ofrecía una tila. La mujer, con el cabello chamuscado, no paraba de lamentarse. "Lo importante es que no os ha pasado nada, porque las cosas se reponen", le decía un conocido que acababa de llegar.

Esta no fue la única salida de ayer de los bomberos, que también tuvieron que sofocar un incendio de pastos en la barriada de Llera, que llegó hasta una casa de campo, en la finca Pajarito, donde había dos personas, que tuvieron que ser evacuadas. Los afectados fueron atendidos en el mismo lugar por el 112. También hubo otro incendio de pastos en Las Vaguadas, en la urbanización Los Quintos.