La tromba de agua con granizo que cayó ayer por la tarde sobre la ciudad causó daños en varios garajes, viviendas y vehículos, y cortó algunas calles.

Aunque no se produjeron daños personales, la tormenta afectó a casi toda la ciudad, pero las barriadas más perjudicadas fueron las de la zona comprendida entre la carretera de La Corte, la de Sevilla y la carretera de Valverde, por lo que la policía y los bomberos tuvieron que intervenir sobre todo en San Roque, Suerte de Saavedra, Antonio Domínguez y Las Vaguadas.

La tormenta se inició a las cinco de la tarde, momento a partir del cual el Servicio de Emergencia 112 activó todos los efectivos existentes, bomberos, Policía Local, Policía Nacional, Guardia Civil, Protección Civil, Servicio de Aguas, Cruz Roja, Unidad Medicalizada, Sevillana Endesa y Mantenimiento de Carreteras, que se pusieron a trabajar en achicar agua y reparar servicios públicos.

Las llamadas bloquearon la central de la Policía Local, que además sufrió un corte de luz, por lo que los cruces de semáforos dejaron de funcionar.

Los ocupantes de una decena de vehículos se quedaron atrapados en las balsas de agua que se formaron en la calle La Violeta, carretera de la Corte, plaza 18 de diciembre, calle Felipe Trigo y carretera de Sevilla, y tuvieron que ser ayudados por la Policía Local y los bomberos.

En algunos casos los agentes se sirvieron de cuerdas y de la ayuda de otros conductores para sacar los coches del agua, ya que las grúas de asistencia tampoco daban abasto.

También tuvieron que intervenir por la caída de un árbol en un lateral del colegio Virgen de Guadalupe, en San Roque, y el desprendimiento de una cornisa en Ronda del Pilar, número 96.

La tormenta provocó la caída del muro perimetral de una vivienda unifamiliar de la calle Leocadio Mendiola sobre dos coches que estaban aparcados.

El agua llegó a entrar en algunas plantas bajas de edificios y viviendas unifamiliares de Suerte de Saavedra, Santo Cristo de la Paz y el residencial Sevilla, situado entre la carretera de Sevilla y la calle Angel Cano Amador. En esta urbanización el agua afectó a 15 viviendas y sus trasteros, así como a dos turismos y dos ciclomotores. Los mismo vecinos formaron un dique con tierra y contenedores ante sus puertas.

En Suerte de Saavedra fue necesario cortar la avenida principal, Antonio Hernández Gil, porque se había convertido en una gran balsa. En este barrio se inundaron los garajes de algunos bloques de Vidal Lucas Cuadrado y de Olof Palme, donde los vecinos intentaron sin éxito sacar sus coches con cuerdas, incluso alguno utilizó una barca hinchable. También se vieron afectados algunos bajos de los bloques 1, 2 y 3 de Víctor Jara.

El problema de Suerte de Saavedra, según algunos vecinos, es que el colector es pequeño y no tiene capacidad suficiente, por eso no es la primera vez que se inundan.