Después de muchos años aparcando en batería, los conductores no acaban de asumir que la reordenación del tráfico en la calle Rivillas, como consecuencia de la apertura del puente de la plaza de toros, les obliga a estacionar en línea. Los coches aparcados ocupan el carril por el que deben circular los vehículos que salen del puente.