El jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra (EMET), general Fulgencio Coll, volvió ayer a la Base de Bótoa, donde dirigió la Brigada de Infantería Mecanizada Extremadura XI entre los años 2000 y 2005, y lo hizo para compartir con sus miembros los actos conmemorativos de la Inmaculada, patrona de infantería. Coll presidió un desfile de 1.300 militares mandados por el coronel jefe del Regimiento Castilla 16, Santiago Cubas Roig.

Al término de los actos, el jefe del EMET, tras manifestar su satisfacción por estar de nuevo en la base extremeña, señaló que no está previsto que los militares de esta unidad tengan que salir a realizar ningún tipo de misión en el exterior de España, hasta que le corresponda de nuevo por rotación, que podría ser a Líbano, en el plazo aproximado de un año, tarea que ya ha realizado antes, además de haber participado en otras misiones en Bosnia, Irak y Kosovo, según manifestaron fuentes de la Brigada Extremadura a este diario.

Coll afirmó que es un placer para él volver a Extremadura y estar de nuevo con sus compañeros de la brigada que él mandó, por "el trato cariñoso" que sus miembros reciben de la sociedad extremeña, hasta el punto de haber hecho que los que son oriundos de la región se sienta "extremeños tras haber convivido unos años en la región".

El jefe del EMET destacó, asimismo, el trabajo de la unidad y los actos celebrados ayer en la base de Bótoa, a los que asistió el subdelegado del Gobierno, Inocencio Ramos, y Celdrán que participó en el homenaje a los fallecidos con el jefe de la Brigada XI, Casimiro Sanjuán.

La Brigada inaugura hoy una exposición a las siete de la tarde en las Casas Consistoriales, sobre los 125 años de la llegada a Badajoz del Regimiento Castilla.