TAthora que se puede fumar en, prácticamente, todos los bares y restaurantes de Badajoz, van y nos suben el precio del tabaco. Hasta en el Flash, emblema de la fracasada Ley antitabaco, te puedes ya encender un cigarrillo a gusto. La hostelería se vio gravemente perjudicada con la citada ley y nunca más se supo de las famosas inspecciones sancionadoras, para alivio de los empresarios y de los fumadores.

Y ahora llega un nuevo contraataque de la cruzada de los sanos. Y es que no me extrañaría que el Gobierno tuviera una doble intención con la subida de este impuesto: por supuesto la de llenar las maltrechas arcas del Estado --que de alguna manera habrá que pagar las medidas anticrisis que se están poniendo en marcha-- pero, también, la de continuar con la persecución del fumador.

Yo, la verdad, que me lo he pensado dos veces, esta semana, antes de comprar mi paquete de Chester. Hasta el tabaco de liar, que tan de moda se ha puesto con la crisis, supera ya los 3 euros. Así que "habrá que dejar de fumar" es el comentario generalizado de estos días. Claro, que estos arranques duran tan sólo unas semanas, luego, rápidamente, te acostumbras a rascarte un poco más el bolsillo y se te pasa.

¿Pero y si no fuera así? ¿Y si realmente algún día los fumadores dejáramos de fumar? Evidentemente quien más se beneficiaría, después del propio fumador y la sociedad en general, sería el sistema sanitario. El gasto que conllevan las enfermedades y fallecimientos derivados del consumo del tabaco es mucho más elevado que lo recaudado vía impuestos. ¿Pero qué sería de los tabaqueros? Si no hay fumadores, no hace falta el tabaco. Dice el presidente de la Junta que esta subida beneficiará a los tabaqueros. En el decreto no aparece reflejado este hecho. Por tanto estamos ante una negociación que se promete dura, ya que a todos les hace falta el dinero. Así que mejor será ir buscando cultivos alternativos o dejar en paz a los fumadores.