El arzobispo de Mérida y Badajoz, Santiago García Aracil, anunció ayer que la catedral no se abrirá al público hasta que haya dinero para pagar lo que cuesta la iluminación, la limpieza y la vigilancia. Así lo expresó ayer en la presentación de la nueva página web de la iglesia pacense. La web recoge la información y actualidad diocesanas, constituyendo un elemento importante para la comunicación con los misioneros que trabajan en distintos países del mundo.

En dicha comparecencia, el arzobispo respondió a las preguntas formuladas por los periodistas sobre las críticas de la Asociación Amigos de Badajoz por el cierre de la catedral. Según la asociación, "uno de los monumentos más emblemáticos que no puede ser visitado". Este colectivo recuerda también, "que la retirada de las rejas entre el altar mayor y el coro, y la instalación de pantallas vulneran la normativa sobre el patrimonio".

El arzobispo aseguró que "en muchas peticiones de tipo civil, la sociedad no siempre corresponde como exige", y añadió que está "seguro de que Amigos de Badajoz promoverá los recursos para que la catedral pueda abrir al público".

El arzobispo restó importancia a las críticas. "De momento no me preocupa tanto esto, pues la catedral continúa en reforma", dijo, y añadió que se ha reparado el retablo, se está restaurando la rejería, se ha encargado a un artista que trabaje en la mesa del altar y en la sede episcopal, y se estudia la exposición de los tapices de la catedral para que sean conocidos por el público y den mayor ambiente a lo que es propio de la catedral".

Respecto a la instalación de pantallas, el arzobispo destacó que "catedrales como las de Burgos, Nostre Dame, Toledo o León, entre otras, tienen pantallas similares que facilitan la visibilidad a la gente que acude a la ceremonia, e implican el mismo riesgo que las rejas, o los altavoces instalados previamente".