Hace justo dos años, en agosto del 2004, se desprendió la peana de una de las garitas del baluarte de Santiago, la ubicada en el flanco derecho, frente a la antigua librería Universitas. Las piedras procedentes del monumento quedaron en el césped que bordea el baluarte y la Policía Local de Badajoz colocó unas vallas como único elemento de protección. Han transcurrido dos años y la imagen de abandono es la misma: la base de la garita sigue rota y las piedras en el suelo; salvo la hierba, que está más alta.

La rehabilitación de la memoria de Santiago es de competencia municipal, por ser el ayuntamiento su titular. La Junta de Extremadura lo dejó claro desde el principio. Pero el equipo de gobierno ha esperado hasta este año para introducir en el presupuesto municipal una partida destinada a esta obra.

Ha transcurrido más de medio ejercicio económico y todavía no se ha hecho nada. El problema, según la concejala de Urbanismo, Cristina Herrera, son "los trámites" a los que debe atenerse cada Administración. La concejala ha informado a El Periódico que ella ya ha firmado la propuesta de gasto, pero todavía no ha recibido el visto bueno. Según cree recordar, la partida para esta obra ronda los 10.000 euros.