Los gitanos pacenses volvieron ayer a su plaza, la plaza Alta de Badajoz, pero esta vez no fue para comprar o vender, como hicieron antaño, sino que volvieron para participar en una actividad más inusual en este colectivo: para mostrar a través de talleres su cultura.

Por primera vez, se celebró en esta plaza una muestra cultural gitana, organizada por la asociación de mujeres Romís Calís Camelan Nakerar y el Instituto Municipal de Servicios Sociales, en la que participaron sobre todo niños y jóvenes.

Aunque la asistencia no fue muy numerosa, consiguieron crear ambiente. El olor a garbanzos con bacalao del potaje del taller de gastronomía y la música flamenca que salía de los altavoces animaban a los niños que aprendían en el taller de manualidades a hacer sombreros de cartulina. Otros más mayores practicaban en el taller de cajón o realizaban pulseras de cuero.

Al mismo tiempo, el tío Musi hacía cestos y canastos. A su lado, algunos mayores le animaban con las palmas. Manuel Suárez Jiménez aprendió el oficio de pequeño, "me enseñaron mis padres y todavía me dedico a hacer cestos, me los compran en Badajoz y en los pueblos a 10 euros". Pero se queja de que este oficio "se pierde, hay muchos gitanos que saben, pero no quieren". En una hora y media hizo uno. "Las cañas las cojo junto al Guadiana, en un terreno que hay enfrente del Infanta".

Muchos gitanos esperaban impacientes al grupo La Keli, que actuaría por la noche en el López de Ayala. Estas actividades se incluyen en las Jornadas Culturales Gitanas que se celebran en octubre.