Aunque los efectos negativos de la tormenta de agua y granizo que descargó en Badajoz la tarde del domingo fueron perceptibles desde el primer momento, sobre todo en viviendas y garajes, también dejó tras de sí otras consecuencias.

Las clases del instituto Zurbarán se suspendieron ayer debido a los daños causados en aulas y pasillos por la obstrucción de los bajantes con el granizo, que provocó grietas y humedades, según informó la jefa de estudios del nocturno, Angeles Villalobos. Los servicios técnicos de la dirección provincial de Educación recomendaron suspender todas las actividades y hoy se decidirá si los 900 estudiantes matriculados en este centro vuelven a su actividad mañana.

En el colegio Luis de Morales, situado muy próximo a Antonio Masa Campos, uno de los lugares donde más incidió la tormenta, el comedor no pudo funcionar porque estaba completamente inundado y no tenían seguridad de que el techo aguantase. Asimismo, hubo alumnos que tuvieron que recibir sus clases en la biblioteca por los desperfectos que presentaban sus aulas. También se produjeron desperfectos en Los Maristas y en Las Josefinas.

En la calle San Sisenando, otro de los puntos de la ciudad más afectados, Antolín Indiano, al que se le vino abajo el techo de su salón, decidió pasar la noche en su casa. "No he sido capaz de dormir, preguntando si llovía cada vez que oía algo". Ayer seguía quejándose del hombro sobre el que se le cayó la escayola. El salón seguía como el día anterior, con todos los escombros en el suelo, porque estaban esperando al perito.

En la calle Joaquín Sama, los vecinos se quejaban de que nadie había acudido a socorrerlos cuando se le inundaron las casas situadas a un nivel más bajo que la calzada. Muso Sangare tuvo que pasar la noche fuera y al regresar, el lodo acumulado le impedía abrir la puerta. El agua subió más de un metro.

Un matrimonio mayor de los grupos de José Antonio tuvo que ser desalojado porque se inundó su vivienda, a la que regresó cuando se recogió todo el agua.

Según informó el responsable de los bomberos Juan Carlos Lima, entre las 17.30 horas y las 20.00 del domingo realizaron 54 intervenciones. Para limpiar la vía de servicio de Antonio Masa Campos, fue necesaria una retroexcavadora, que después se trasladó a San Sisenando.

El alcalde, Miguel Celdrán, manifestó que afortunadamente solo ha habido daños materiales, "no muy cuantiosos y no son irreparables", si bien la tormenta "trajo de cabeza" a los servicios de emergencia de la ciudad. Celdrán destacó ayer que ya se estaba restableciendo la normalidad y comentó que aunque el ayuntamiento no tiene reservadas ayudas concretas para este tipo de circunstancias climatológicas, sí se mostró abierto a solucionar los problemas de aquellos afectados que carezcan de seguros o recursos. "El ayuntamiento no dejará nunca desamparado a ningún vecino", recalcó.