Una grave pelea entre dos padres de alumnos del colegio público Santa Engracia mantiene en vilo al resto de los padres, a los alumnos y al profesorado de este centro situado en la barriada de La Luneta de Badajoz.

Ocurrió el miércoles de la semana pasada, a las 8.55 de la mañana, dentro del recinto escolar, en el patio de Infantil delante de todos los niños que en esos momentos estaban formando las filas, sus familiares y los profesores. En este colegio los padres pueden acompañar a sus hijos en el patio hasta que suena el timbre. Antes de que los alumnos entrasen, dos padres, cuyas hijas van juntas a clase, se enzarzaron en una fuerte discusión relacionada con las niñas, que derivó en una pelea «a puño limpio, como si fuese una película», según han contado testigos presenciales, que aún recuerdan lo asustados que vivieron aquellos momentos. Dada la gravedad de los hechos, los profesores rápidamente trasladaron a los niños al interior del centro mientras que entre docentes y padres intentaban separar a los implicados en la riña.

DOS CUCHILLOS / En un momento dado, uno de ellos entró en la portería y salió blandiendo dos cuchillos de grandes dimensiones («jamoneros») pero afortunadamente el otro ya se había marchado en su coche. Avisaron a la policía, y cuando los agentes llegaron, el ambiente ya se había tranquilizado.

Personas próximas al centro señalaron ayer a este diario que aunque ha habido otras disputas, nunca de esta gravedad, tanto que desde que ocurrió, profesores, padres y alumnos tienen miedo y hay niños que no han vuelto a clase.

Tras la pelea, el jueves y el viernes agentes de la Policía Nacional hicieron acto de presencia a la entrada y a la salida de la jornada escolar, pero ayer no volvieron, por lo que profesorado y los padres muestran su preocupación, dado que temen que vuelva a repetirse algún altercado que coja en medio a personas ajenas y piden presencia policial. La rivalidad entre las dos familias en el barrio es conocida y tienen más hijos en el centro, por lo que no descartan que en cualquier momento vuelva a saltar una chispa que provoque una disputa en la que alguien resulte herido. Después de lo sucedido, ninguno de los niños de las dos familias volvió a clase el jueves, los de una de ellas regresaron el viernes y hasta el lunes no lo hicieron todos.