La fachada de la iglesia de Santo Domingo, que se encuentra apuntalada y su entorno vallado desde que hace poco más de un mes se abrió una enorme grieta en forma de ´y´ invertida sobre la puerta principal, será arreglada después de las fiestas navideñas.

El arzobispado cuenta ya con un proyecto de obra, que ha recibido el visto bueno de Patrimonio, con una solución técnica para la fachada de este templo del siglo XVI que consistirá en la colocación de unos cargaderos o vigas en la parte del dintel y por debajo del ojo de buey (el rosetón que hay en la fachada principal).

"Serán cinco vigas horizontales, dos se colocarán en el exterior y tres en el interior, para que el peso de la fachada descargue sobre los muros laterales, y luego se cerrarán las fisuras con grapas para después ser selladas con morteros especiales", según Angel Crespo, el técnico que ha realizado el trabajo para el arzobispado.

La obra afectará también al interior del templo, aunque no se suspenderá la actividad en él, como ha ocurrido en este último mes, en el que se ha mantenido el acceso por la puerta lateral. Sin embargo, esta actuación no supondrá un cambio estético, "la fachada no se verá alterada, será igual, porque se hará un cajeado para que las vigas queden embutidas y no se vean".

El origen de la grieta podría tener relación con una actuación que se hizo hace más de un siglo en la fachada del templo cuando se hizo un revestimiento de piedra y artesanado en la puerta principal, que debió de ser más alta. "Al bajarse de altura la puerta macizaron la fachada sin trabar, con un cuerpo distinto, y ahora ha cedido por una parte y se ha rajado como si fuese un medio punto", según Angel Crespo.

COLABORACION Una vez que ha recibido el proyecto el visto bueno de Patrimonio, se han iniciado los trámites administrativos para empezar la obra, "que no podrá ser hasta que no pasen las fiestas navideñas", según el vicario general, Sebastián González, quien recordó que el plazo de ejecución dado por los técnicos es de algo más de un mes, "por lo que esperamos que esté terminada para la Semana Santa", que el próximo año comenzará el domingo 16 de marzo.

Aunque se está valorando el coste que supondrá esta obra, la estimación inicial indica que ascenderá a 72.000 euros. Sebastián González espera que las instituciones, la comunidad parroquial o la ciudad de Badajoz colaboren en la financiación, "porque el arzobispado no tiene dinero, sino habrá que recurrir a un préstamo, porque es una actuación que urge y a la que hemos querido dar una solución adecuada, no a lo loco", señaló.

Por el momento seguirá vallada la parte de la acera de la avenida de Colón, donde se encuentra este templo, y donde después de las fiestas se colocarán los andamios.