El río Guadiana se convirtió ayer en pista de aterrizaje y despegue de los hidroaviones teledirigidos que acudieron al segundo encuentro hispano portugués, organizado por el Club Pacense de Aeromodelismo y que congregó a una treintena de pilotos de diez clubes extremeños y del país vecino. La exhibición atrajo a decenas de pacenses que, a pesar del calor, se acercaron al azud para disfrutar de las acrobacias y de los esfuerzos por despegar en el agua, y también fueron testigos de accidentes, que acabaron con los aparatos en el río.

Antonio Giménez, socio del club, comentó que este año ha habido menos participantes portugueses porque el encuentro en Badajoz ha coincidido con otra concentración en Portugal. El club organizador cuenta con 50 socios, y 30 disponen de hidroaviones. El problema de esta modalidad del aeromodelismo es que se requiere una lancha de recuperación del aparato en el agua.

MUY DIFERENTES

En las orillas del río se podían ver ayer modelos muy diferentes de aviones. "El aeromodelismo siempre ha sido una técnica autoconstructiva" y en época reciente se han incorporado materiales alternativos, como corcho, plástico, madera de balsa, fibra de vidrio, PVC o polietileno. "Tienes que ser un poco manitas, aunque se puede comprar construido, pero lo recomendable es saber construirlo y hacerlo volar para que cuando se produzca el accidente, sepas recuperarlo".

Para poner en marcha estos aparatos se emplean distintos combustibles. El más común es una mezcla de metanol, aceite de ricino y nitrometano, que da mayor poder explosivo. Entre los aparatos participantes, había uno de cartón de plástico que se puede conseguir de un embalaje, otro de corcho blanco, muy ligero y una hidrocanoa.

Giménez aprovechó para solicitar al ayuntamiento la cesión de un terreno próximo a la ciudad, porque el de ahora del club está a 19 kilómetros y eso impide que mucha gente se acerque a las exhibiciones de cada domingo.