Periodista

No admito que nadie me diga que los pacenses son apáticos, porque sucesivamente me han ido demostrando todo lo contrario. Los vecinos de esta capital participan activamente tanto en iniciativas que parten de colectivos independientes, como de las administraciones, y parece que están esperando cualquier excusa y que alguien les dé pie, para lanzarse de lleno a participar.

El pasado jueves, día festivo, volvieron a demostrarlo. Que nadie diga que los pacenses prefieren irse a sus parcelas a descansar o aprovechan cualquier ocasión para turrarse en La Antilla. Haberlos haylos, pero también los hay que se quedan en la ciudad y acuden mayoritariamente a las actividades programadas, sean de la índole que sean.

Para muestra, el encuentro Mira al Guadiana, que reunió junto al río a miles de personas. Es verdad que la oferta de ocio era variada, de hecho el presupuesto municipal superaba los 24.000 euros. Pero opino que si esta invitación se repitiese todos los domingos, la gente acudiría y participaría, sobre todo si el tiempo acompaña. Las orillas de Guadiana son muy aprovechables, porque el clima de este pedazo de tierra lo permite y porque el río goza de una belleza propia a la que sobran los adornos.

Sólo con que se instalasen unos pocos artesanos, como excusa para decir "voy a verlos", se pusiesen algunas barras donde tomar unas cañas, algún puesto de helado o, por supuesto, se abriesen los locales ya construidos, la gente acudiría masivamente, porque está deseando que les llegue cualquier invitación para llamar a sus amigos y salir a la calle. Quizá éste sea el principio.