La más cara, una escopeta, en 1.600 euros; la más barata, una carabina, en 5; la más curiosa, una escopeta Cal 16 con percutor de perrillo lateral. Hubo empate en dos lotes resueltos por puja a la llana. Las armas no adjudicadas pasan a una segunda subasta con un 25% de descuento y si no salen, se destinan a chatarra.