La Guardia Civil defiende que actuó correctamente durante el incendio ocurrido la tarde del lunes en la carretera de Sevilla, en respuesta a las acusaciones vertidas por el propietario del restaurante Casa Javier, Javier Soriano, que se quejó de la falta de respuesta de este cuerpo de seguridad cuando llamó para avisar.

Según ha informado la Guardia Civil a través de un comunicado, Soriano llamó a los bomberos primero y, como tardaban en llegar, recurrió a la Guardia Civil, dirigiéndose en términos como "que los bomberos no llegaban allí ni para la hostia" y que "a ver qué coño pasaba". Entonces el agente que lo atendió le preguntó si había llamado a los bomberos y al contestar afirmativamente, añadió que éstos estarían al llegar, a lo que el interlocutor añadió: "vaya mierda de autoridad". La Guardia Civil estima que se puede justificar esta actitud por el nerviosismo que una situación de emergencia provoca y que el agente que atendió a Soriano se preocupó por la incidencia y llamó a los bomberos, a los que aclaró que el fuego no era en la carretera de Olivenza --como creían los bomberos--, sino en la de Sevilla. El comunicado concluye: "en la Guardia Civil ha existido comunicación y coordinación y que ese guardia civil (el que atendió la llamada) ha actuado con total profesionalidad".

Por otro lado, el jefe superior de la Policía Nacional, Julián Martínez, declaró ayer que están investigando la posible autoría del incendio.