La Guardia Civil imputó ayer los últimos incendios ocurridos en Villafranco del Guadiana, en la fábrica de tomates Agraz y en las instalaciones de las antiguas escuelas, a un joven de la localidad. Según fuentes consultadas por El PERIODICO se trata de un chico de 21 años que presenta un 60% de discapacidad y él mismo ha sido quien, a iniciativa propia, ha dicho ser el autor de lo ocurrido.

La Delegación del Gobierno se limitaba a informar, ayer por la tarde, de que el Equipo de Patrimonio de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Badajoz ha imputado a las 12.30 horas el incendio en el recinto de Agraz a un vecino de la localidad y también se le imputa el incendio en el colegio público de la localidad.

Aunque el pueblo está viviendo días de intranquilidad tras los sucesivos incendios, sin embargo el alcalde pedáneo, Juan Sánchez Cabanillas, no podía sentirse ayer tranquilo ante la noticia de que que ya pudiera haber sido identificado el autor de estos sucesos. Juan Sánchez afirmó, en declaraciones a EL PERIODICO, que tiene serias dudas sobre la imputación, porque "no creo que esta persona haya sido capaz de hacer eso".

COARTADA Las razones que esgrime el alcalde son que esta persona tiene poca agilidad física y le resultaría muy complicado acceder a las escuelas saltando la valla, como también le sería difícil amontonar el mobiliario, pues así apareció cuando se le prendió fuego. Esta circunstancia también le lleva a pensar que no fue una persona sola la que actuó.

Juan Sánchez vive con preocupación los últimos acontecimientos. El joven al que se imputan los incendios es hijo único. "Nunca había hecho nada", comenta el alcalde. Además, parece ser que el padre del muchacho recuerda que cuando sucedió uno de los incendios de las antiguas escuelas su hijo estaba con él viendo un partido de fútbol. Juan Sánchez comenta que tal vez esta persona haya decidido autoinculparse "por afán de protagonismo".

La posible localización del autor del incendio no era todavía vox populi en la localidad ayer por la tarde. Iñigo Martínez, gerente de Agraz (donde las pérdidas se han calculado en 600.000 euros) decía ayer que la detención del autor les da tranquilidad, aunque la empresa sigue adelante con la decisión de reforzar las medidas de seguridad de la factoría, pues lo ocurrido ha puesto de manifiesto la indefensión en la que desarrolla su actividad y hasta ahora no habían considerado necesarios mecanismos de protección.